Para que es la planta de valeriana

Para que es la planta de valeriana

La valeriana es una planta medicinal que ha sido utilizada durante siglos para sus efectos calmantes y sedantes. Conocida también como valeriana común o *Valeriana officinalis*, es una hierba que crece en zonas húmedas y frescas de Europa y Asia. Su uso principal está relacionado con el apoyo del sistema nervioso y la mejora del sueño. En este artículo exploraremos a fondo para qué sirve la planta de valeriana, sus beneficios, cómo se utiliza y qué estudios respaldan su eficacia.

¿Para qué sirve la planta de valeriana?

La valeriana se utiliza principalmente para tratar problemas de insomnio, ansiedad y estrés. Sus compuestos activos, como el ácido valeránico, actúan en el sistema nervioso para reducir la excitación y promover un estado de relajación. También se ha utilizado para aliviar dolores musculares y malestar digestivo. Su uso como complemento natural ha ganado popularidad en la medicina alternativa.

Además de sus usos modernos, la valeriana ha sido empleada desde la antigüedad por los griegos y romanos. Hipócrates y Galeno la mencionaron como remedio para el insomnio y el estrés. En la Edad Media, los monjes de las órdenes benedictinas la cultivaban en sus herbateros para preparar infusiones calmantes. Esta larga historia de uso respalda su seguridad y eficacia en el tratamiento de trastornos del sueño.

Beneficios de la valeriana para la salud

La valeriana no solo es útil para mejorar el sueño, sino que también puede ayudar en la gestión del estrés y la ansiedad. Su efecto sedante actúa en el sistema nervioso central, regulando la producción de GABA, un neurotransmisor que tiene un papel clave en la relajación. Esto la hace especialmente útil para personas con alta tensión emocional o nerviosismo.

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Otro beneficio importante es su capacidad para reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño y mejorar su calidad. Estudios clínicos han mostrado que quienes toman suplementos de valeriana experimentan menos interrupciones durante la noche y se sienten más descansados al día siguiente. Además, puede ser una alternativa natural para quienes buscan evitar medicamentos sintéticos con efectos secundarios.

Uso de la valeriana en la medicina tradicional china

En la medicina tradicional china, la valeriana se ha utilizado durante siglos para equilibrar el qi (energía vital) y tratar desórdenes relacionados con el hígado y el corazón. Se cree que tiene propiedades que tranquilizan la mente y protegen el corazón de la agitación emocional. Se usa en combinación con otras hierbas como el jujube y la raíz de lirio para potenciar su efecto sedante.

Esta planta también se incluye en fórmulas chinas para tratar insomnio, palpitaciones y depresión. Su uso en esta medicina está basado en la teoría de los cinco elementos y el equilibrio entre yin y yang. Por su parte, en la medicina ayurvédica, la valeriana se considera un buen equilibrador del vata (aire) y el pitta (fuego), ayudando a calmar la mente y el sistema digestivo.

Ejemplos de cómo usar la valeriana

La valeriana puede consumirse en diversas formas: infusiones, cápsulas, tinturas, aceites esenciales y baños aromáticos. Una de las formas más comunes es preparar una infusión con 1 a 2 cucharadas de raíz seca en agua caliente, dejando reposar unos 10 minutos antes de tomarla. Esta bebida se toma preferiblemente una hora antes de acostarse.

También se pueden encontrar cápsulas de valeriana con dosis entre 300 y 600 mg, recomendadas para consumir 30 minutos antes de dormir. Las tinturas se toman en gotas, siguiendo las indicaciones del fabricante. En cuanto al aceite esencial, se puede aplicar diluido en el cuello o las muñecas para aliviar el estrés.

El concepto de la valeriana como planta adaptógena

La valeriana es considerada una planta adaptógena, es decir, que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés y a mantener el equilibrio homeostático. Este concepto proviene de la medicina tradicional rusa y china, donde se usan hierbas que fortalecen al organismo ante situaciones de presión física o emocional.

Su efecto adaptógeno se debe a la capacidad de modular el sistema nervioso sin provocar sedación excesiva, lo que la hace ideal para personas con insomnio ligero o intermitente. Además, no genera dependencia ni tolerancia, a diferencia de algunos medicamentos hipnóticos. Esto la convierte en una opción segura y natural para el uso prolongado.

5 usos principales de la valeriana

  • Tratamiento del insomnio: Mejora la calidad del sueño y reduce el tiempo para conciliarlo.
  • Reducción del estrés y ansiedad: Su efecto calmante ayuda a relajar la mente.
  • Alivio de dolores musculares: Se usa en baños de inmersión o aceites esenciales.
  • Mejora digestiva: Puede ayudar en casos de indigestión y cólicos.
  • Apoyo emocional: Su uso en combinación con otras hierbas puede ayudar en trastornos del estado de ánimo.

Otras formas de aprovechar la valeriana

Además de su uso medicinal directo, la valeriana puede integrarse en cosméticos y productos de bienestar. En baños de inmersión se utiliza para relajar los músculos y el sistema nervioso. Los aceites esenciales de valeriana se emplean en aromaterapia para crear un ambiente relajante en habitaciones o salas de meditación.

También se ha utilizado en productos para mascotas, especialmente para perros con ansiedad por separación. Algunos fabricantes de juguetes para perros incluyen sachés de valeriana para promover la calma en animales nerviosos. Su versatilidad hace que sea una hierba valiosa tanto para humanos como para animales.

¿Para qué sirve realmente la valeriana?

Aunque se le atribuyen múltiples beneficios, es importante aclarar que la valeriana no es un remedio milagroso. Su uso más documentado y respaldado por estudios es en el tratamiento del insomnio leve a moderado. También se ha investigado su efecto en la ansiedad, aunque los resultados son más variables. No es un sustituto de tratamientos médicos para casos graves de depresión o trastornos mentales.

En cuanto a su eficacia, algunos estudios clínicos han mostrado que puede mejorar el sueño en un 30 a 50% de los casos, especialmente cuando se usa en combinación con otras hierbas como la melisa o el jengibre. Sin embargo, no todos los estudios coinciden, lo que sugiere que puede funcionar mejor en ciertos individuos o bajo ciertas condiciones.

Sinónimos y variantes de uso de la valeriana

Otras formas de referirse a la valeriana incluyen raíz de valeriana, extracto de valeriana o simplemente valeriana medicinal. En algunos países, como Alemania, se comercializa bajo el nombre genérico de Valeriana officinalis. Aunque el nombre puede variar, la planta y sus efectos son consistentes.

También existen preparaciones combinadas, como valeriana con melisa o valeriana con jengibre, que potencian su acción relajante. En la medicina homeopática, se usan preparaciones diluidas de valeriana para tratar insomnio y crisis de nervios. Estos tratamientos suelen requerir la orientación de un profesional.

La valeriana en la medicina moderna

En la medicina moderna, la valeriana se considera un complemento terapéutico para el manejo de trastornos del sueño y el estrés. Aunque no se le atribuyen efectos curativos, se valora por su perfil de seguridad y bajo riesgo de efectos secundarios. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la incluye en su lista de hierbas medicinales con evidencia de uso seguro.

En Europa, especialmente en Alemania, la valeriana es uno de los medicamentos herbales más vendidos. Se comercializa en forma de pastillas, cápsulas y infusiones bajo marca, con indicaciones claras sobre su uso. En EE.UU., se vende como suplemento dietético, lo que significa que no está regulado por la FDA como un medicamento, pero sigue siendo ampliamente utilizado.

Significado de la palabra valeriana

La palabra valeriana proviene del latín *Valeriana*, que a su vez deriva de *Valerius*, nombre romano que significa fuerte o valiente. Esto se debe a que se creía que esta planta tenía el poder de fortalecer al cuerpo y la mente. En la antigua Roma, se usaba para tratar a los soldados heridos, no solo por sus efectos sedantes, sino también por su capacidad para aliviar el dolor.

La raíz de la valeriana contiene compuestos como el ácido valeránico, el valerenol y los glicosidos de ácido valeránico, que son los responsables de sus efectos terapéuticos. Estos compuestos interactúan con el sistema nervioso central, regulando la transmisión de señales y promoviendo un estado de calma.

¿De dónde viene el nombre valeriana?

El nombre científico de la planta es *Valeriana officinalis*, donde officinalis se refiere a que se usaba en las farmacias oficiales. El nombre valeriana tiene raíces en el latín y se relaciona con el nombre romano Valerius, que significa fuerte o valiente. Esto reflejaba la creencia de que esta hierba fortalecía tanto el cuerpo como la mente.

En la antigüedad, se creía que la valeriana tenía propiedades mágicas y curativas. Se usaba en rituales y ceremonias, y se le atribuía la capacidad de proteger contra males invisibles. Esta combinación de uso medicinal y simbólico ha hecho de la valeriana una hierba respetada y estudiada a lo largo de la historia.

Otras formas de llamar a la valeriana

Además de *Valeriana officinalis*, la valeriana también se conoce como valeriana común, valeriana medicinal, valeriana europea o raíz de valeriana. En algunos idiomas, como el francés, se llama *valériane*, y en el alemán, *Waldmeister*. Estos términos reflejan su uso en diferentes regiones y culturas.

En la medicina homeopática, se utiliza el término *Valeriana officinalis* para referirse a la preparación diluida de la planta. En el contexto de la aromaterapia, se menciona como aceite esencial de valeriana, que se obtiene por destilación de sus flores y raíces.

¿Cómo se prepara la valeriana en casa?

Para preparar una infusión de valeriana en casa, se necesitan 1 a 2 cucharadas de raíz seca por taza de agua hirviendo. Dejar reposar entre 10 y 15 minutos antes de colar y tomar. Esta bebida se puede consumir una hora antes de acostarse. Para una preparación más potente, se pueden usar 3 cucharadas.

También se puede preparar un tónico de valeriana con alcohol. Para esto, se mezclan 50 gramos de raíz seca con 500 ml de alcohol de 40°, dejando reposar durante 3 semanas en un lugar oscuro. Luego se filtra y se toma 20 gotas en agua antes de dormir.

Cómo usar la valeriana y ejemplos de uso

La valeriana se puede usar de varias formas, dependiendo de la necesidad del usuario. Por ejemplo:

  • Infusión: 1 cucharada de raíz en agua caliente, 10 minutos de reposo. Ideal para mejorar el sueño.
  • Cápsulas: 300-600 mg, 30 minutos antes de dormir. Para insomnio leve.
  • Aceite esencial: 3 gotas en un difusor o diluidas en aceite portador. Para relajación.
  • Tintura: 20-40 gotas en agua, antes de acostarse. Para ansiedad nocturna.
  • Baños de inmersión: 50 gramos de raíz en agua caliente, para relajar músculos y mente.

Precauciones y contraindicaciones

Aunque la valeriana es generalmente segura, existen algunas precauciones que se deben tener en cuenta:

  • No se recomienda durante el embarazo o la lactancia.
  • No se debe mezclar con medicamentos sedantes, ya que puede potenciar su efecto.
  • No se debe usar en niños menores de 3 años.
  • Algunas personas pueden presentar efectos secundarios como somnolencia excesiva, mareos o náuseas.
  • No se debe usar a largo plazo sin supervisión médica, aunque no genera dependencia.

Estudios científicos sobre la valeriana

Numerosos estudios han investigado los efectos de la valeriana, con resultados variados pero generalmente positivos. Un estudio publicado en *Journal of Clinical Sleep Medicine* (2018) mostró que quienes tomaron extracto de valeriana durante un mes reportaron mejor calidad de sueño. Otro estudio en *Phytomedicine* (2016) concluyó que puede reducir el tiempo para conciliar el sueño en un 20%.

A pesar de estos resultados, la evidencia no es concluyente en todos los casos. Algunos estudios no muestran diferencias significativas entre la valeriana y el placebo. Esto sugiere que puede funcionar mejor en combinación con otras hierbas o en ciertos tipos de insomnio, como el ligado al estrés.