Proceso de onboarding que es

Proceso de onboarding que es

El proceso de onboarding, también conocido como integración o adaptación de nuevos empleados, es una fase fundamental en el ciclo de vida laboral. Este proceso tiene como objetivo facilitar la incorporación de nuevos colaboradores a la organización, ayudándoles a entender su rol, conocer el entorno de trabajo y sentirse parte del equipo desde el primer día. En un mundo laboral cada vez más competitivo, un buen onboarding no solo mejora la retención, sino que también fomenta la productividad y el compromiso de los empleados.

¿Qué es el proceso de onboarding?

El onboarding es un conjunto de actividades estructuradas y planificadas que guían a los nuevos empleados durante su transición hacia la organización. Este proceso puede comenzar incluso antes de que el colaborador ingrese a la empresa, a través de la comunicación previa, el envío de documentación y la programación de las primeras reuniones. El objetivo principal es que el nuevo empleado se sienta apoyado, informado y motivado para rendir al máximo desde el primer día.

Un buen onboarding debe incluir la presentación del equipo, la explicación del rol, la entrega de herramientas necesarias, la formación inicial y la asignación de un mentor o responsable que lo guíe durante los primeros días. Además, debe adaptarse a las necesidades de cada puesto, ya que un diseñador gráfico no requiere el mismo proceso de integración que un ingeniero de software o un vendedor.

Es interesante destacar que el onboarding moderno ha evolucionado significativamente en las últimas décadas. Si bien en el pasado se limitaba a los primeros días en la empresa, hoy en día se extiende a lo largo de los primeros 90 días, asegurando que el empleado se integre completamente en la cultura organizacional y alcance su pleno rendimiento.

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Cómo un buen proceso de onboarding impacta a la empresa

Un proceso de onboarding bien estructurado tiene un impacto directo en el clima laboral, la productividad y la retención de talento. Cuando los nuevos empleados se sienten apoyados y comprenden claramente su papel, son más propensos a integrarse con éxito y a permanecer en la empresa. Según estudios de Gallup, los empleados que pasan por un proceso de onboarding efectivo son un 69% más propensos a permanecer en el puesto durante los primeros tres años.

Además, el onboarding reduce el tiempo que tarda un nuevo colaborador en alcanzar su pleno rendimiento. Esto significa que la empresa no solo ahorra costos en la contratación y formación, sino que también obtiene un retorno de inversión más rápido. Por otro lado, un mal proceso de onboarding puede generar frustración, confusión y desinterés en el nuevo empleado, lo que puede derivar en altas tasas de rotación y un impacto negativo en la cultura organizacional.

Un ejemplo práctico es una empresa tecnológica que implementó un onboarding digital con módulos interactivos, sesiones con el equipo y retroalimentación continua. Como resultado, redujo en un 30% el tiempo de adaptación de sus nuevos ingenieros y aumentó en un 25% la satisfacción de los empleados en sus encuestas anuales.

El onboarding en empresas de diferentes tamaños

El proceso de onboarding no es el mismo en una empresa de 10 empleados que en una multinacional con miles de colaboradores. En pequeñas organizaciones, el onboarding puede ser más informal y basado en la cercanía directa entre los empleados. Sin embargo, esto no significa que sea menos importante. En cambio, en empresas grandes, el onboarding tiende a ser más estructurado, con protocolos definidos, formación centralizada y seguimiento constante.

También existen diferencias en la implementación del onboarding según el tipo de empresa. Las startups, por ejemplo, suelen enfatizar la adaptabilidad y el espíritu emprendedor, mientras que las empresas tradicionales pueden seguir modelos más formales y jerárquicos. En ambos casos, el objetivo sigue siendo el mismo: que el nuevo empleado se sienta parte del equipo y alcance su máximo potencial.

Ejemplos prácticos de onboarding exitoso

Un buen ejemplo de onboarding es el de Google, donde los nuevos empleados reciben una Welcome Week con actividades de integración, charlas con líderes, formación sobre la cultura corporativa y sesiones con sus equipos de trabajo. Cada colaborador es asignado a un mentor que lo guía durante los primeros meses y le ayuda a resolver dudas.

Otro ejemplo destacado es el de Netflix, que ha desarrollado un proceso de onboarding altamente personalizado y digitalizado. Los nuevos empleados reciben acceso a una plataforma interna con todo el contenido necesario para entender su rol, la cultura de la empresa y los valores fundamentales. Además, se les pide que realicen una autoevaluación para identificar áreas de mejora y recibir retroalimentación continua.

En el ámbito de las empresas de menor tamaño, como una agencia de marketing digital, el onboarding puede consistir en un día de bienvenida con presentaciones de los equipos, una sesión de formación sobre las herramientas utilizadas y un plan de acción para los primeros 30, 60 y 90 días. En ambos casos, lo que hace el onboarding exitoso es la claridad, el apoyo constante y la integración proactiva.

El concepto del onboarding como proceso de adaptación

El onboarding no solo es un proceso de formación, sino también de adaptación al entorno laboral. Esto incluye comprender la cultura de la empresa, aprender cómo se toman las decisiones, entender las normas de comunicación y desarrollar habilidades blandas específicas para el rol. Es un proceso que va más allá del conocimiento técnico y se enfoca en la integración emocional y social del empleado.

Este proceso de adaptación puede dividirse en tres etapas:antes de la incorporación, durante los primeros días y durante los primeros meses. En cada una de estas fases, el colaborador debe recibir información relevante, apoyo psicológico y retroalimentación constante. El objetivo es que el empleado no solo entienda su rol, sino que también se sienta parte de un equipo y tenga las herramientas necesarias para desarrollarse profesionalmente.

Un ejemplo de cómo se puede aplicar este concepto es mediante la asignación de un mentor, quien actúa como guía durante todo el proceso. Este mentor no solo responde preguntas técnicas, sino que también comparte experiencias personales, ayuda a integrarse en el equipo y facilita la comprensión de la cultura corporativa.

Los 5 elementos clave de un buen proceso de onboarding

  • Preparación previa: Antes de que el empleado llegue a la empresa, se debe preparar su espacio de trabajo, entregarle el material necesario y programar sus primeras reuniones.
  • Bienvenida personalizada: El primer día debe ser acogedor y dinámico, con un equipo que lo reciba y lo haga sentir valorado.
  • Formación estructurada: El colaborador debe recibir formación sobre su rol, las herramientas utilizadas y la cultura de la empresa.
  • Seguimiento constante: Es fundamental realizar check-ins periódicos para asegurarse de que el empleado está adaptándose bien y resolver dudas.
  • Evaluación continua: Al finalizar los primeros 90 días, se debe realizar una evaluación para medir el progreso del empleado y ajustar el proceso si es necesario.

El rol del mentor en el proceso de onboarding

El mentor desempeña un papel fundamental en el proceso de onboarding, ya que actúa como guía, apoyo y referente para el nuevo colaborador. Su función no es solo responder preguntas técnicas, sino también facilitar la integración social del empleado y ayudarle a comprender la cultura de la empresa. Un buen mentor puede marcar la diferencia entre un empleado que se siente apoyado y uno que siente que no encaja.

Además, el mentor debe ser alguien con experiencia en el área, con habilidades de comunicación y una actitud abierta. Puede ser un líder de equipo, un compañero con más antigüedad o incluso un representante de recursos humanos. Lo importante es que el mentor esté disponible para guiar al nuevo empleado y fomentar una relación de confianza.

Un ejemplo práctico es una empresa de consultoría que asigna a cada nuevo colaborador un mentor durante los primeros tres meses. Este mentor no solo lo acompaña en las reuniones, sino que también le ayuda a desarrollar habilidades específicas, como la presentación de informes o la gestión de clientes.

¿Para qué sirve el proceso de onboarding?

El proceso de onboarding sirve para facilitar la adaptación del nuevo empleado a la empresa, reduciendo el tiempo que tarda en alcanzar su pleno rendimiento. También ayuda a prevenir la frustración, la confusión y la sensación de aislamiento que puede experimentar un colaborador en los primeros días. Además, permite a la empresa identificar oportunidades de mejora en su cultura laboral y en la forma en que se integra a los nuevos empleados.

Otro propósito del onboarding es fomentar la cohesión del equipo y fortalecer la cultura organizacional. Cuando los empleados se sienten parte del equipo desde el primer día, son más propensos a colaborar, a compartir ideas y a comprometerse con los objetivos de la empresa. Por último, el onboarding también sirve como herramienta para medir el éxito de la contratación y ajustar los procesos de selección si es necesario.

Sinónimos y variantes del proceso de onboarding

El proceso de onboarding también puede conocerse como integración de nuevos empleados, adaptación laboral, bienvenida corporativa o proceso de inducción. Cada uno de estos términos describe el mismo fenómeno, pero desde una perspectiva ligeramente diferente. Mientras que el onboarding se enfoca en el proceso completo, la inducción suele referirse específicamente a las primeras sesiones de formación.

En términos técnicos, el onboarding puede dividirse en tres fases:pre-onboarding, onboarding inicial y onboarding continuo. Cada una de estas fases tiene objetivos y metodologías específicas, pero todas están orientadas a garantizar que el nuevo empleado se sienta apoyado y motivado a lo largo de su transición a la empresa.

Cómo el onboarding influye en la cultura de una empresa

El proceso de onboarding tiene un impacto directo en la cultura de una empresa, ya que es una de las primeras experiencias que vive un nuevo empleado. A través de este proceso, se transmite la visión, los valores y las normas de comportamiento de la organización. Si el onboarding es claro, acogedor y alineado con los objetivos de la empresa, los nuevos colaboradores se sentirán motivados y comprometidos.

Por el contrario, si el onboarding es confuso, impersonal o poco estructurado, puede generar una percepción negativa del lugar de trabajo y dificultar la adaptación del empleado. Por eso, es fundamental que el proceso de onboarding refleje la identidad de la empresa y transmita los valores que se quieren promover.

Un buen ejemplo es una empresa sostenible que incorpora el onboarding a su filosofía de trabajo. Los nuevos empleados reciben formación sobre sostenibilidad, participan en actividades comunitarias y se les incentiva a proponer ideas para mejorar el impacto ambiental de la empresa. Este tipo de onboarding no solo integra al colaborador, sino que también refuerza la cultura de la organización.

El significado del proceso de onboarding

El onboarding es mucho más que un conjunto de tareas administrativas. Es un proceso estratégico que busca integrar al empleado en la empresa de manera efectiva, emocional y profesional. Su significado radica en su capacidad para construir relaciones, transmitir valores y fomentar el crecimiento personal y profesional del colaborador.

El onboarding también puede ser una herramienta poderosa para la retención de talento. Cuando los empleados sienten que han sido bien recibidos, que tienen apoyo y que su rol está claramente definido, son más propensos a permanecer en la empresa. Además, el onboarding permite identificar problemas temprano, como incompatibilidades de roles o falta de alineación con la cultura corporativa, lo que permite tomar medidas correctivas antes de que se produzca una salida del colaborador.

Un proceso de onboarding bien hecho no solo beneficia al empleado, sino también a la empresa. Ayuda a mejorar la productividad, a reducir costos de contratación y a fortalecer la imagen de marca interna y externa.

¿Cuál es el origen del proceso de onboarding?

El término *onboarding* proviene del inglés y se compone de dos palabras: on, que significa encima o sobre, y boarding, que se refiere al acto de subir a bordo de un medio de transporte. Originalmente, se usaba en el sector aéreo para describir el proceso de subida de los pasajeros al avión. Con el tiempo, este término se adaptó al ámbito corporativo para describir el proceso de integración de nuevos empleados.

Aunque el concepto de integrar a los nuevos empleados ha existido desde hace décadas, el término *onboarding* como tal comenzó a popularizarse a partir de los años 90, especialmente en empresas tecnológicas y multinacionales. Estas organizaciones, que crecían rápidamente y necesitaban integrar a muchos empleados nuevos, comenzaron a desarrollar procesos estructurados para facilitar esta transición.

En la actualidad, el onboarding es un componente clave de la estrategia de recursos humanos y una práctica estándar en empresas de todo tipo y tamaño.

Formas alternativas de llamar al onboarding

Además del término *onboarding*, existen varias formas de referirse al proceso de integración de nuevos empleados. Algunos de los sinónimos más comunes incluyen:

  • Inducción laboral: Se enfoca principalmente en la formación técnica y administrativa del nuevo colaborador.
  • Adaptación al puesto: Refleja el proceso de que el empleado se ajuste a las exigencias del rol y del entorno.
  • Bienvenida corporativa: Se refiere al conjunto de actividades realizadas para recibir al nuevo empleado de forma acogedora.
  • Integración profesional: Enfatiza la incorporación del empleado al equipo y a la cultura de la empresa.
  • Proceso de acogida: Subraya la importancia de hacer sentir al colaborador valorado y apoyado desde el primer día.

Cada uno de estos términos puede usarse en diferentes contextos, pero todos describen el mismo fenómeno: la transición del empleado hacia la organización.

¿Cómo se diferencia el onboarding del offboarding?

Aunque el onboarding se enfoca en la integración de nuevos empleados, el offboarding se refiere al proceso de salida de los colaboradores que dejan la empresa. Mientras que el onboarding busca facilitar la entrada al equipo, el offboarding busca hacer que la salida sea ordenada, respetuosa y, en algunos casos, incluso positiva.

El offboarding puede incluir actividades como la devolución de equipos, la firma de acuerdos de confidencialidad, la evaluación del desempeño final y la recopilación de feedback sobre la experiencia laboral. En empresas con alta rotación, el offboarding también puede ser una oportunidad para mantener relaciones con ex empleados, que pueden convertirse en referidos o colaboradores externos.

Aunque ambos procesos tienen objetivos diferentes, comparten una importancia estratégica para la empresa. Un buen onboarding fomenta la retención, mientras que un buen offboarding puede mejorar la reputación de la empresa y facilitar futuras colaboraciones.

Cómo implementar el proceso de onboarding y ejemplos de uso

Para implementar un proceso de onboarding efectivo, es fundamental seguir una serie de pasos clave:

  • Preparación previa: Antes de la contratación, se debe preparar el espacio de trabajo, las herramientas necesarias y los documentos oficiales.
  • Bienvenida formal: El primer día debe incluir una presentación del equipo, una explicación del rol y una guía del día a día.
  • Formación estructurada: Se deben programar sesiones de formación sobre el puesto, la cultura de la empresa y las herramientas utilizadas.
  • Mentoría continua: Se asigna a un mentor que guíe al empleado durante los primeros meses.
  • Evaluación periódica: Se realizan revisiones en los 30, 60 y 90 días para medir el progreso del empleado.

Un ejemplo práctico es una empresa de e-commerce que implementó un proceso de onboarding digital con módulos interactivos, sesiones con líderes y retroalimentación constante. Como resultado, redujo el tiempo de adaptación de sus nuevos empleados en un 40% y aumentó en un 30% la satisfacción laboral.

El onboarding en entornos híbridos y remotos

Con el aumento del trabajo remoto y híbrido, el proceso de onboarding ha tenido que adaptarse a estos nuevos modelos de trabajo. En entornos digitales, el onboarding puede incluir formación virtual, sesiones en videoconferencia, plataformas de aprendizaje en línea y herramientas de comunicación como Slack o Microsoft Teams.

Una ventaja de estos entornos es que permiten una mayor flexibilidad y acceso a recursos digitales, pero también presentan desafíos como la falta de contacto personal y la dificultad para integrarse al equipo. Para superar estos obstáculos, es importante incluir actividades sociales virtuales, como coffee breaks online o sesiones de presentación informal.

Una empresa de desarrollo de software, por ejemplo, implementó un onboarding remoto con sesiones en vivo, tutoriales en video y un chat de bienvenida en Discord. Esta estrategia permitió a los nuevos empleados sentirse parte del equipo desde el primer día, incluso sin estar físicamente presentes.

El onboarding como herramienta de desarrollo profesional

Más allá de la integración inicial, el onboarding también puede ser una oportunidad para el desarrollo profesional del empleado. A través de este proceso, el colaborador puede identificar sus fortalezas y áreas de mejora, recibir retroalimentación constructiva y establecer metas a corto y largo plazo. Además, el onboarding puede incluir planes de carrera, capacitaciones adicionales y oportunidades de liderazgo.

Por ejemplo, en una empresa de servicios financieros, el proceso de onboarding incluye una sesión de autoevaluación con el nuevo empleado, donde se definen sus objetivos profesionales y se diseñan estrategias para alcanzarlos. Este enfoque no solo mejora la adaptación, sino que también fomenta el crecimiento continuo del colaborador.