La sarna es una enfermedad dermatológica causada por ácaros que afectan a los perros, provocando picazón, descamación y pérdida de pelo. Aprender qué es efectivo para tratar esta afección es fundamental para garantizar el bienestar de los animales. En este artículo, exploraremos en profundidad qué opciones son buenas para curar la sarna de perro, desde tratamientos veterinarios hasta remedios naturales.
¿Qué es bueno para curar la sarna de perro?
La sarna en los perros puede ser tratada de diversas maneras, dependiendo del tipo de ácaro que la cause. Los veterinarios suelen recetar medicamentos específicos como pipetas, champús antiparasitarios o pastillas que actúan directamente sobre los ácaros. Estos tratamientos suelen incluir ingredientes como selamectina, fipronil o ivermectina, que son efectivos para eliminar la plaga y aliviar los síntomas.
Un ejemplo histórico relevante es el uso de la ivermectina en el tratamiento de la sarna sarcoptiforme. Esta sustancia, descubierta en la década de 1970, revolucionó el manejo de enfermedades parasitarias en animales y humanos. Su uso en perros para combatir la sarna se ha convertido en una práctica estándar en muchos países, debido a su eficacia y relativamente baja toxicidad cuando se usa correctamente.
Además de los tratamientos farmacológicos, es fundamental mantener una buena higiene en el entorno del perro, desinfectar sus juguetes y camas, y aislar temporalmente al animal afectado para evitar la propagación de la sarna a otros animales o incluso a los humanos.
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Cómo prevenir y controlar la sarna en perros
La prevención de la sarna en los perros es tan importante como su tratamiento. Un perro saludable, con un sistema inmune fuerte y una buena nutrición, es menos propenso a contraer infecciones parasitarias. Además, es recomendable realizar revisiones periódicas con el veterinario, especialmente en perros que viven en entornos con otros animales o en climas cálidos y húmedos, donde los ácaros prosperan con mayor facilidad.
Una medida efectiva es el uso de preventivos mensuales, como pipetas o collares antiparasitarios, que no solo protegen contra garrapatas y piojos, sino también contra ciertos ácaros que causan la sarna. Estos productos deben aplicarse según las instrucciones del fabricante y con la supervisión de un veterinario, para evitar sobredosis o efectos secundarios.
Otra estrategia clave es mantener el entorno del perro limpio y desinfectado. Los ácaros pueden sobrevivir fuera del cuerpo del animal durante días o incluso semanas, por lo que es necesario lavar con frecuencia las camas, juguetes y esteras donde el perro descansa. Usar un champú antiparasitario o desinfectante recomendado por el veterinario puede ayudar a eliminar los ácaros que quedan en los objetos.
Tratamientos alternativos y complementarios para la sarna canina
Además de los tratamientos convencionales, existen opciones alternativas y complementarias que pueden ayudar en el manejo de la sarna en los perros. Los remedios naturales, aunque no sustituyen a los medicamentos veterinarios, pueden aliviar los síntomas y mejorar la salud general del perro.
Un ejemplo es el uso de aceites esenciales como el de árbol de té, que tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias. Diluido adecuadamente en agua o aceite portador, puede aplicarse en las zonas afectadas para reducir la picazón y la inflamación. Sin embargo, es esencial consultar con un veterinario antes de usar cualquier producto natural, ya que algunos aceites pueden ser tóxicos para los perros si no se usan correctamente.
También es útil incorporar suplementos nutricionales, como probióticos y vitaminas, para fortalecer el sistema inmunológico del perro y ayudarle a combatir la infección con más eficacia. Además, una dieta equilibrada con proteínas de alta calidad y ácidos grasos omega-3 puede contribuir a una piel más saludable y resistente a las infecciones.
Ejemplos de tratamientos efectivos para curar la sarna en perros
Existen varios tratamientos efectivos para curar la sarna en perros, cada uno diseñado para atacar diferentes tipos de ácaros. Algunos de los más comunes incluyen:
- Selamectina (Revolution): Este medicamento se administra como pipeta mensual y es eficaz contra garrapatas, piojos y ácaros causantes de la sarna.
- Fipronil (Frontline): Usado como pipeta, actúa rápidamente contra garrapatas y piojos, aunque no es efectivo contra todos los tipos de sarna.
- Ivermectina (Heartgard Plus): Usada en pastillas o pipetas, es muy efectiva contra la sarna sarcoptiforme, pero no se recomienda para todas las razas de perros debido a posibles reacciones adversas.
- Champú antiparasitario: Aplicado en baños regulares, ayuda a matar los ácaros que quedan en la piel y el pelaje del perro.
Estos tratamientos suelen requerir múltiples aplicaciones a lo largo de varias semanas para garantizar la eliminación total de los ácaros. Es fundamental seguir las instrucciones del veterinario para evitar problemas de resistencia o efectos secundarios.
La importancia del diagnóstico correcto en el tratamiento de la sarna
Para que cualquier tratamiento sea efectivo, es crucial identificar correctamente el tipo de sarna que padece el perro. La sarna puede clasificarse en varios tipos, como la sarcoptiforme, la seborreica y la demodécica, cada una causada por diferentes ácaros y requiriendo tratamientos específicos.
Por ejemplo, la sarna sarcoptiforme se transmite con facilidad entre animales y humanos, mientras que la sarna demodécica es más común en perros jóvenes con sistemas inmunológicos débiles. Un diagnóstico incorrecto puede llevar a un tratamiento inadecuado, prolongando la enfermedad y causando mayor malestar al animal.
El veterinario suele realizar una serie de pruebas, como raspados de piel o análisis de muestras bajo microscopio, para confirmar la presencia de ácaros y determinar su tipo. Estos resultados son fundamentales para seleccionar el medicamento adecuado y ajustar el plan de tratamiento según las necesidades del perro.
Lista de remedios y tratamientos comunes para la sarna en perros
Existen varios remedios y tratamientos que pueden ser utilizados para tratar la sarna en perros, dependiendo del tipo de infección y la gravedad del caso. Algunos de los más comunes incluyen:
- Pipetas antiparasitarias: Aplicadas mensualmente, son efectivas contra garrapatas, piojos y algunos ácaros.
- Pastillas antiparasitarias: Usadas para tratar internamente a los perros, especialmente cuando la infección es grave.
- Champú y baños antiparasitarios: Ayudan a eliminar los ácaros que quedan en el pelaje y la piel.
- Aceites esenciales: Como el de árbol de té, pueden aplicarse en zonas afectadas para aliviar la picazón.
- Suplementos vitamínicos: Fortalecen el sistema inmune y mejoran la salud de la piel.
Es importante destacar que algunos de estos tratamientos deben usarse bajo la supervisión de un veterinario, ya que pueden tener efectos secundarios o no ser adecuados para ciertos tipos de perros.
Cómo manejar la sarna en perros en casa
Cuando un perro presenta síntomas de sarna, es fundamental actuar rápidamente para aliviar su malestar y prevenir la propagación de la infección. Aunque el tratamiento definitivo debe ser administrado por un veterinario, hay varias medidas que los dueños pueden tomar en casa para ayudar a su mascota.
Primero, es necesario aislar al perro afectado para evitar que otros animales o incluso personas se contagien. Los ácaros causantes de la sarna pueden vivir en el ambiente, por lo que es recomendable desinfectar con frecuencia los objetos con los que el perro entra en contacto, como juguetes, camas y esteras.
Además, se puede aplicar champú antiparasitario en baños suaves, siempre siguiendo las instrucciones del veterinario. Es importante no forzar al perro a bañarse si está muy inquieto, ya que esto puede aumentar su estrés y empeorar su situación.
Finalmente, es fundamental mantener una buena nutrición y higiene del perro durante el tratamiento, para que su cuerpo pueda recuperarse más rápido y evitar infecciones secundarias.
¿Para qué sirve el tratamiento de la sarna en perros?
El tratamiento de la sarna en perros tiene varias funciones clave. Primero, busca eliminar los ácaros que causan la infección, reduciendo así la picazón, la inflamación y la pérdida de pelo. Segundo, ayuda a prevenir infecciones secundarias, que pueden ocurrir cuando el perro se rasca continuamente y se daña la piel.
También, el tratamiento busca aliviar el malestar del animal y mejorar su calidad de vida, permitiéndole recuperar su salud física y emocional. Además, es esencial para evitar la transmisión de la sarna a otros animales o incluso a los humanos, especialmente en el caso de la sarna sarcoptiforme.
En casos de sarna crónica, el tratamiento también puede contribuir a fortalecer el sistema inmunitario del perro, ayudándole a recuperar su resistencia natural contra futuras infecciones.
Opciones alternativas para el manejo de la sarna en caninos
Además de los tratamientos convencionales, existen varias opciones alternativas que pueden complementar el manejo de la sarna en perros. Estas opciones suelen estar basadas en ingredientes naturales y técnicas de apoyo que pueden mejorar la respuesta del perro al tratamiento principal.
Una de las opciones más populares es el uso de aceites vegetales como el de coco o el de oliva, que pueden aplicarse en las zonas afectadas para hidratar la piel y reducir la picazón. También se ha utilizado con éxito el uso de compresas frías o calientes, según el confort del perro, para aliviar la irritación.
Otra alternativa es la incorporación de suplementos como el ácido hialurónico, que mejora la elasticidad de la piel, o el uso de hierbas medicinales como la bardana, conocida por sus propiedades depurativas y cicatrizantes.
Estas opciones no sustituyen a los tratamientos veterinarios, pero pueden ser utilizadas bajo supervisión para complementarlos y mejorar el bienestar del animal.
Cómo afecta la sarna a la salud del perro
La sarna no solo causa incomodidad al perro, sino que también puede tener efectos negativos en su salud general. La picazón intensa puede llevar a que el perro se rasque repetidamente, causando heridas en la piel que son propensas a infecciones bacterianas. Además, la pérdida de pelo puede exponer la piel a más irritaciones y a condiciones ambientales adversas.
En algunos casos, la sarna puede provocar reacciones alérgicas en el perro, como inflamación, enrojecimiento o incluso fiebre. Los perros con sistemas inmunes débiles, como los cachorros o los ancianos, son más propensos a desarrollar infecciones secundarias, que pueden complicar aún más su estado de salud.
Por otra parte, el estrés asociado con el malestar crónico puede afectar el comportamiento del perro, haciendo que se vuelva más agresivo, ansioso o deprimido. Por eso, es fundamental actuar rápidamente ante los primeros síntomas y seguir un plan de tratamiento completo.
El significado de la sarna en perros
La sarna en perros es una enfermedad parasitaria causada por ácaros que se alojan en la piel del animal. Estos microorganismos se multiplican rápidamente, causando picazón, inflamación y pérdida de pelo. Los síntomas más comunes incluyen rascado constante, descamación, enrojecimiento y en algunos casos, costras en la piel.
Según la Organización Mundial de la Salud Animal (OIE), la sarna es una de las infecciones más comunes en perros, especialmente en entornos con altos índices de cría o en animales que viven en condiciones de hacinamiento. Las razas con mayor predisposición incluyen los perros con sistema inmunitario débil, como los cachorros o los adultos mayores.
El diagnóstico de la sarna se realiza mediante un raspado de piel o análisis de muestras bajo microscopio, para identificar los ácaros responsables. Una vez confirmada la infección, se puede aplicar un tratamiento específico para eliminar los ácaros y aliviar los síntomas del perro.
¿De dónde proviene el término sarna?
El término sarna proviene del latín *scabies*, que a su vez se deriva del verbo *scabere*, que significa rascar o picar. Este nombre se refiere directamente a uno de los síntomas más característicos de la enfermedad: la picazón intensa que provoca el perro al rascarse constantemente.
La sarna en perros es conocida desde la antigüedad, y ya en la Edad Media se hablaba de una enfermedad similar en humanos. Aunque en un principio se pensaba que era una afección exclusiva de los humanos, con el tiempo se descubrió que los ácaros también afectaban a otros animales, incluyendo a los perros.
El término ha evolucionado con el tiempo, y hoy en día se usa de manera genérica para referirse a cualquier infección causada por ácaros que afectan la piel de los animales. Es importante destacar que, aunque el nombre es el mismo, la sarna en perros puede diferir en causas y síntomas de la sarna en humanos.
Diferentes tipos de sarna en perros
Existen varios tipos de sarna en perros, cada uno causado por un tipo diferente de ácaro y con síntomas propios. Algunos de los más comunes incluyen:
- Sarna sarcoptiforme: Causada por el ácaro *Sarcoptes scabiei*, es altamente contagiosa y puede afectar tanto a perros como a humanos.
- Sarna demodécica: Causada por el ácaro *Demodex canis*, es más común en cachorros y perros con sistemas inmunes débiles.
- Sarna seborreica: Causada por el ácaro *Pityrosporum canis*, se manifiesta con descamación y picazón, pero no es contagiosa.
- Sarna notoedres: Causada por el ácaro *Notodectes canis*, es menos común y afecta principalmente a perros con pelo corto.
Cada tipo de sarna requiere un tratamiento específico, por lo que es fundamental contar con el diagnóstico adecuado para evitar tratamientos ineficaces o incluso perjudiciales.
Cómo identificar los síntomas de la sarna en perros
Reconocer los síntomas de la sarna en perros es esencial para actuar rápidamente y evitar complicaciones. Los signos más comunes incluyen:
- Picazón intensa y constante
- Rascado excesivo y mordidas en la piel
- Descamación y pérdida de pelo, especialmente en las orejas, patas y cara
- Enrojecimiento e inflamación de la piel
- Presencia de costras o puntos negros en el pelaje
Si el perro muestra varios de estos síntomas, es recomendable acudir al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado. En algunos casos, los síntomas pueden confundirse con otras afecciones dermatológicas, por lo que un examen profesional es fundamental.
Cómo usar los tratamientos para curar la sarna de perro
El uso correcto de los tratamientos para curar la sarna en perros es clave para garantizar su eficacia. Los medicamentos suelen venir en diferentes formas, como pipetas, pastillas o champús, y cada uno debe aplicarse según las instrucciones del fabricante y del veterinario.
Por ejemplo, las pipetas antiparasitarias deben aplicarse en la zona de la nuca del perro, asegurándose de que el producto no entre en contacto con los ojos o la boca. Los champús antiparasitarios se usan en baños suaves, dejando actuar el producto por unos minutos antes de enjuagar.
Es importante seguir un régimen completo, ya que muchos tratamientos requieren varias aplicaciones para eliminar completamente los ácaros y sus huevos. Además, se debe evitar el contacto con otros animales durante el tratamiento para prevenir la propagación de la infección.
Errores comunes al tratar la sarna en perros
A pesar de que existen tratamientos efectivos para la sarna en perros, muchos dueños cometen errores que pueden empeorar la situación. Algunos de los más comunes incluyen:
- No seguir las instrucciones del veterinario: A menudo, los dueños dejan de aplicar el tratamiento una vez que los síntomas mejoran, sin darse cuenta de que los ácaros aún pueden estar presentes.
- Usar tratamientos inadecuados: Algunos dueños intentan usar productos para perros sin consultar a un veterinario, lo que puede ser perjudicial para el animal.
- No desinfectar el entorno: Los ácaros pueden sobrevivir en el ambiente, por lo que es necesario desinfectar las camas, juguetes y esteras del perro.
- Ignorar los síntomas: La sarna puede progresar rápidamente si no se trata a tiempo, causando infecciones secundarias y mayor malestar al perro.
Evitar estos errores puede marcar la diferencia entre un tratamiento exitoso y uno que no logre erradicar la infección.
Cómo cuidar de un perro con sarna
Cuidar de un perro con sarna requiere paciencia, constancia y atención. Además de aplicar el tratamiento recomendado por el veterinario, es fundamental mantener una rutina de higiene y supervisión para garantizar una recuperación exitosa.
Es importante observar la evolución del perro día a día, notando si los síntomas se alivian o si aparecen nuevos problemas. También se debe evitar que el perro se rascue en exceso, ya que esto puede causar heridas y infecciones.
Finalmente, es recomendable revisar al perro con el veterinario periódicamente durante el tratamiento, para asegurarse de que el medicamento está actuando correctamente y para ajustar el plan de acción si es necesario.
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