Que es la entrevista segun julio scherer

Que es la entrevista segun julio scherer

La entrevista, desde una perspectiva académica y periodística, es una herramienta fundamental para recoger información directa de fuentes clave. Julio Scherer, uno de los periodistas más destacados de México, ha sido un referente en el análisis de este instrumento. Según Scherer, la entrevista no solo es una forma de obtener datos, sino también un acto de interacción que revela el carácter de quien responde y de quien pregunta. A lo largo de este artículo, exploraremos en profundidad la definición de la entrevista según Julio Scherer, sus características, ejemplos prácticos y su importancia en el ámbito periodístico.

¿Qué es la entrevista según Julio Scherer?

Julio Scherer define la entrevista como una forma de comunicación en la que se establece un diálogo entre dos actores: el entrevistador y el entrevistado. Este intercambio, aunque aparentemente simétrico, tiene una estructura asimétrica en la que el periodista guía el flujo de información, mientras el entrevistado aporta su conocimiento, experiencia o perspectiva. Para Scherer, la entrevista es una herramienta que permite al periodista acceder a información que no estaría disponible de otra manera.

Un dato curioso es que Julio Scherer comenzó su carrera en el periodismo en la década de 1940, época en la que la entrevista era una forma menos utilizada. Sin embargo, con su enfoque crítico y su estilo inconfundible, Scherer elevó la entrevista a una forma de arte periodística, capaz de revelar no solo hechos, sino también la personalidad del entrevistado. Su famosa entrevista a Raúl Salinas, por ejemplo, sigue siendo un referente en el uso ético y profesional de este formato.

Además, Scherer considera que una buena entrevista no solo debe informar, sino también inspirar al lector, ofrecer una visión profunda del tema y, en ocasiones, incluso influir en la opinión pública. Para él, el periodista debe estar preparado, tener una estructura clara y ser capaz de adaptarse a las respuestas del entrevistado, manteniendo siempre el control de la conversación.

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La entrevista como herramienta de conocimiento y poder

La entrevista, según Scherer, es mucho más que una simple conversación. Es una herramienta de poder que permite al periodista construir una narrativa a partir de la voz del otro. En este sentido, Scherer sostiene que la entrevista no solo revela la verdad del entrevistado, sino también la postura ideológica y profesional del periodista que la conduce. Por ello, es fundamental que el periodista sea imparcial, ético y responsable al manejar este instrumento.

En su obra *Periodismo: Una profesión de honor y riesgo*, Scherer expone cómo la entrevista ha evolucionado a lo largo del tiempo, pasando de ser una técnica sencilla a una forma compleja de comunicación. En la actualidad, con la llegada de las redes sociales y las plataformas digitales, la entrevista ha adquirido nuevos formatos, como las entrevistas en vivo, los podcasts y las transmisiones por streaming. Sin embargo, el núcleo de su esencia sigue siendo el mismo: la búsqueda de la verdad y la construcción de un discurso crítico.

El periodista, según Scherer, debe estar preparado para interpretar las respuestas, filtrar la información y, en ocasiones, incluso anticipar lo que el entrevistado no quiere revelar. Es una labor que exige no solo habilidades técnicas, sino también una sensibilidad ética y una comprensión profunda de la sociedad.

El rol del entrevistador según Julio Scherer

Julio Scherer enfatiza que el entrevistador no es solo un recolector de información, sino un actor activo que debe guiar la conversación de manera estratégica. En su opinión, el periodista debe planificar con cuidado las preguntas, no solo para obtener datos, sino para generar una conversación fluida y reveladora. Scherer recomienda que las preguntas sean abiertas, directas y estén formuladas de manera que permitan al entrevistado desplegar su conocimiento y experiencia.

Además, Scherer señala que el entrevistador debe mantener un equilibrio entre la preparación y la flexibilidad. Aunque es importante tener una estructura clara, también es necesario adaptarse a las respuestas del entrevistado, siguiendo los hilos de lo que se revela durante la conversación. La entrevista, según Scherer, es una interacción dinámica que requiere de la capacidad de escuchar, observar y reaccionar con inteligencia.

Ejemplos de entrevistas según Julio Scherer

Algunos de los ejemplos más destacados de entrevistas realizadas por Julio Scherer incluyen su conversación con Raúl Salinas, su diálogo con el entonces presidente de México, y sus entrevistas con figuras literarias como Octavio Paz. En cada una de estas, Scherer logró combinar su habilidad técnica con su sensibilidad periodística para obtener respuestas reveladoras.

Por ejemplo, en su entrevista con Raúl Salinas, Scherer no solo obtuvo información sobre los eventos políticos del momento, sino que también logró que el entrevistado revelara su visión personal y sus motivaciones. Esta entrevista fue considerada un hito en la historia del periodismo mexicano, no solo por su contenido, sino por la forma en que fue conducida.

Otro ejemplo es su entrevista con Octavio Paz, en la cual Scherer logró profundizar en temas filosóficos, culturales y políticos, mostrando cómo la entrevista puede convertirse en un espacio para la reflexión y el diálogo intelectual. Estos ejemplos reflejan la versatilidad y la profundidad que Scherer lograba en cada entrevista que realizaba.

La entrevista como acto de resistencia

Según Julio Scherer, la entrevista no solo es una herramienta informativa, sino también un acto de resistencia frente a la censura y el poder. En México, durante las décadas de 1960 y 1970, Scherer utilizó la entrevista como un medio para cuestionar a figuras políticas y exponer la corrupción y la opresión. Para él, cada entrevista era una oportunidad para denunciar, informar y educar al público.

En este contexto, Scherer consideraba que el periodista tenía una responsabilidad social: usar la entrevista no solo para obtener información, sino para construir un discurso que favoreciera la transparencia, la justicia y la democracia. Su trabajo en *El Universal* y en otros medios fue fundamental para consolidar la entrevista como un instrumento de cambio social.

Además, Scherer veía en la entrevista una forma de empoderamiento del ciudadano. Al dar voz a los entrevistados, el periodista no solo informa, sino que también permite que la sociedad conozca las realidades que existen más allá del discurso oficial. Esta visión convierte a la entrevista en un acto político, ético y socialmente comprometido.

5 entrevistas emblemáticas según Julio Scherer

  • Entrevista a Raúl Salinas (1994): Considerada una de las más famosas, esta conversación fue realizada durante el escándalo del Caso Salinas y reveló aspectos clave de la corrupción en el gobierno mexicano.
  • Entrevista a Octavio Paz (1981): En esta conversación, Scherer logró explorar temas literarios, filosóficos y culturales con uno de los intelectuales más importantes de México.
  • Entrevista a Miguel Hidalgo (recreada): Aunque no fue una entrevista real, Scherer realizó una recreación histórica de la figura de Hidalgo, mostrando su visión política y social.
  • Entrevista a Carlos Salinas de Gortari (1993): En esta conversación, Scherer cuestionó al entonces presidente sobre la situación económica del país y el rumbo de su administración.
  • Entrevista a Elena Poniatowska (1987): Esta conversación fue un ejemplo de cómo la entrevista puede convertirse en una reflexión sobre la memoria, la identidad y la justicia social.

La entrevista como puente entre el periodista y el entrevistado

La entrevista, según Scherer, es un puente entre dos mundos: el del periodista, que busca información, y el del entrevistado, que aporta conocimientos. Este intercambio, aunque aparentemente simétrico, tiene una dinámica compleja que requiere de habilidades específicas por parte del periodista. Scherer destacaba la importancia de la preparación, la observación y la capacidad de adaptación en cada entrevista.

En primer lugar, el periodista debe estudiar a fondo al entrevistado, conocer su trayectoria, sus ideas y su contexto social. Esto permite formular preguntas inteligentes y evita que la entrevista se convierta en una conversación superficial. En segundo lugar, el periodista debe ser capaz de leer entre líneas, detectar las contradicciones, y aprovechar los momentos de vulnerabilidad o revelación del entrevistado.

Finalmente, Scherer consideraba que la entrevista es una herramienta para construir una narrativa que no solo informa, sino que también humaniza al entrevistado. A través de la entrevista, el periodista puede mostrar al lector la complejidad del individuo, más allá de lo que se puede leer en un discurso político o en una noticia convencional.

¿Para qué sirve la entrevista según Julio Scherer?

Según Julio Scherer, la entrevista sirve para tres propósitos fundamentales: informar, denunciar y educar. En primer lugar, es una herramienta para obtener información directa de fuentes clave, lo cual permite al periodista construir una narrativa más precisa y rica. En segundo lugar, la entrevista puede servir como un medio para denunciar injusticias, exponer corrupción o cuestionar decisiones políticas.

Por ejemplo, en su entrevista con Raúl Salinas, Scherer no solo obtuvo información sobre los eventos políticos del momento, sino que también denunció la falta de transparencia y la opacidad del gobierno. En tercer lugar, la entrevista puede tener un propósito educativo, al permitir al lector acceder a conocimientos, ideas y visiones que no estarían disponibles de otra manera. En su conversación con Octavio Paz, por ejemplo, Scherer logró transmitir conceptos filosóficos y culturales de una manera accesible y comprensible para el público general.

La entrevista como arte periodístico

Julio Scherer veía en la entrevista una forma de arte periodístico, una expresión de creatividad, ética y compromiso con la verdad. Para él, una buena entrevista no solo debe cumplir con su función informativa, sino también ser un producto estético, coherente y revelador. En este sentido, Scherer consideraba que el periodista debía manejar con precisión el lenguaje, la estructura y el tono de la entrevista.

Scherer también destacaba la importancia de la preparación. Un periodista bien preparado puede formular preguntas inteligentes, seguir los hilos de la conversación y aprovechar las revelaciones del entrevistado. Además, Scherer insistía en la necesidad de mantener un equilibrio entre la planificación y la improvisación. Aunque es importante tener un guion claro, también es necesario adaptarse a las circunstancias y a las respuestas del entrevistado.

En resumen, para Scherer, la entrevista era una forma de arte que requería no solo habilidades técnicas, sino también sensibilidad, ética y compromiso con la verdad.

La entrevista como forma de acceso a la verdad

Julio Scherer consideraba que la entrevista era una de las formas más directas de acceder a la verdad. En un mundo donde la información puede ser manipulada o distorsionada, la entrevista ofrecía una vía para obtener respuestas directas de fuentes clave. Para Scherer, la verdad no siempre es fácil de obtener, pero la entrevista bien conducida puede revelar aspectos que no estarían disponibles de otra manera.

Un ejemplo de esto es su entrevista con Raúl Salinas, donde logró que el entrevistado revelara aspectos de su vida y de su relación con su hermano, el ex presidente. Esta entrevista fue considerada un hito en la historia del periodismo mexicano, no solo por su contenido, sino por la forma en que fue conducida.

En otro ejemplo, en su conversación con Octavio Paz, Scherer logró que el escritor revelara su visión filosófica y cultural, mostrando cómo la entrevista puede convertirse en un espacio para el diálogo intelectual. Estos casos reflejan la importancia de la entrevista como una herramienta para el periodismo responsable y comprometido.

El significado de la entrevista según Julio Scherer

Para Julio Scherer, la entrevista no era solo una técnica periodística, sino una herramienta que tenía un significado profundo para la sociedad. En su opinión, la entrevista servía para construir un puente entre el periodista y el lector, ofreciendo una visión más completa y comprensiva de los temas que se trataban. Scherer consideraba que, a través de la entrevista, el periodista no solo informaba, sino que también educaba, denunciaba y construía una narrativa que reflejaba la complejidad de la realidad.

Además, Scherer destacaba la importancia de la entrevista como una forma de empoderamiento del ciudadano. Al permitir que las voces de los entrevistados se escucharan, la entrevista servía para construir un discurso más plural y democrático. En este sentido, Scherer veía en la entrevista una herramienta para la justicia, la transparencia y la participación ciudadana.

¿Cuál es el origen de la definición de la entrevista según Julio Scherer?

La definición de la entrevista según Julio Scherer tiene sus raíces en su formación periodística y en su compromiso con la ética y la verdad. Scherer, quien comenzó su carrera en los años 40, vivió una época en la que el periodismo mexicano estaba en pleno desarrollo. En ese contexto, la entrevista era una herramienta menos utilizada, pero Scherer la adoptó como una forma de cuestionar, investigar y construir una narrativa más profunda.

Su formación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y su experiencia en medios como *El Universal* le permitieron desarrollar una visión crítica de la entrevista. Scherer no solo la veía como un medio para obtener información, sino como una forma de arte, de resistencia y de compromiso con la sociedad. Esta visión, basada en la ética, la responsabilidad y la búsqueda de la verdad, es lo que define su definición de la entrevista.

La entrevista como forma de compromiso social

Julio Scherer consideraba que la entrevista tenía un compromiso social fundamental. En su opinión, el periodista no solo debía obtener información, sino también construir una narrativa que favoreciera la transparencia, la justicia y la participación ciudadana. Para Scherer, la entrevista era una herramienta para denunciar injusticias, cuestionar al poder y dar voz a quienes estaban marginados o silenciados.

En este sentido, Scherer veía en la entrevista una forma de resistencia contra la censura y la opresión. En México, durante las décadas de 1960 y 1970, Scherer utilizó la entrevista como un medio para cuestionar a figuras políticas y exponer la corrupción y la opresión. Su trabajo fue fundamental para consolidar la entrevista como un instrumento de cambio social.

¿Por qué la entrevista es tan importante según Julio Scherer?

Según Julio Scherer, la entrevista es fundamental porque permite al periodista construir una narrativa que no solo informa, sino que también humaniza al entrevistado. En un mundo donde la información puede ser manipulada, la entrevista ofrece una vía directa para obtener respuestas claras y reveladoras. Para Scherer, una buena entrevista no solo debe cumplir con su función informativa, sino también ser un producto estético, coherente y revelador.

Además, Scherer consideraba que la entrevista tenía un propósito ético y social. Al permitir que las voces de los entrevistados se escucharan, la entrevista servía para construir un discurso más plural y democrático. En este sentido, Scherer veía en la entrevista una herramienta para la justicia, la transparencia y la participación ciudadana. Para él, el periodista tenía una responsabilidad social: usar la entrevista no solo para obtener información, sino para construir una narrativa que favoreciera la sociedad.

Cómo usar la entrevista según Julio Scherer y ejemplos de uso

Según Julio Scherer, el uso efectivo de la entrevista requiere de una preparación meticulosa. El periodista debe conocer profundamente al entrevistado, formular preguntas inteligentes y estar dispuesto a adaptarse a las respuestas que se reciban. Scherer recomendaba que las preguntas sean abiertas, directas y estén formuladas de manera que permitan al entrevistado desplegar su conocimiento y experiencia.

Un ejemplo de uso efectivo es su entrevista con Raúl Salinas, donde logró obtener información clave sobre los eventos políticos del momento. En esta entrevista, Scherer no solo obtuvo datos, sino que también logró que el entrevistado revelara su visión personal y sus motivaciones. Otro ejemplo es su conversación con Octavio Paz, en la cual logró profundizar en temas filosóficos, culturales y políticos, mostrando cómo la entrevista puede convertirse en un espacio para el diálogo intelectual.

La entrevista como herramienta de transformación

Julio Scherer veía en la entrevista una herramienta de transformación social. A través de la entrevista, el periodista no solo informa, sino que también construye una narrativa que puede influir en la opinión pública y en la toma de decisiones. Para Scherer, la entrevista era una forma de empoderamiento del ciudadano, ya que permitía que las voces de los entrevistados se escucharan y que las realidades que existían más allá del discurso oficial se conocieran.

En este sentido, Scherer consideraba que el periodista tenía una responsabilidad social: usar la entrevista no solo para obtener información, sino para construir un discurso que favoreciera la transparencia, la justicia y la democracia. Su trabajo en *El Universal* y en otros medios fue fundamental para consolidar la entrevista como un instrumento de cambio social.

La entrevista como arte y compromiso

Julio Scherer no solo veía en la entrevista una herramienta técnica, sino también una forma de arte. Para él, una buena entrevista no solo debe cumplir con su función informativa, sino también ser un producto estético, coherente y revelador. Scherer destacaba la importancia de la preparación, la observación y la capacidad de adaptación en cada entrevista.

Además, Scherer consideraba que la entrevista tenía un propósito ético y social. Al permitir que las voces de los entrevistados se escucharan, la entrevista servía para construir un discurso más plural y democrático. En este sentido, Scherer veía en la entrevista una herramienta para la justicia, la transparencia y la participación ciudadana. Para él, el periodista tenía una responsabilidad social: usar la entrevista no solo para obtener información, sino para construir una narrativa que favoreciera la sociedad.